Hace rato que habíamos vuelto al primer (des)amor: a las coaliciones. Ya hablamos en su momento un poquito de la dimensión multinivel (acá) y de las europeas (británicos e italianos).
Ahora vamos a aplicar el abordaje multinivel a "lo que viene lo que viene" en #EleccionesGeneralesArgentina2015. Las próximas notas saldrán en semanas consecutivas. Contando a partir de hoy.
Próximamente
en cines: coaliciones multinivel
Facundo Cruz
Politólogo, Docente
Universidad de Buenos Aires (UBA)
cruzfacu@gmail.com /
@facucruz
De a poco, nos fuimos
acostumbrando a un escenario de múltiples competidores. A un tablero
fragmentado. Desde los primeros años de la década del 2000, ingresar al cuarto
oscuro implica un importante esfuerzo ciudadano por elegir de una oferta con
múltiples opciones. Un dilema.
La buena noticia es que los
partidos políticos han aprendido a jugar con las reglas de juego. En lenguaje
de Gary W. Cox, son
ellos los que, en los últimos 10 años de elecciones legislativas y ejecutivas,
han aplicado mecanismos coordinación electoral antes de que se celebren elecciones regulares, en lugar de dejar
esa (ardua) tarea en manos de los electores. En lenguaje cotidiano, se resume
así: la política actual es de coaliciones. Y la futura también lo será.
¿Pero de qué tipo? Hemos
comenzado a observar recientemente el desarrollo de coaliciones políticas
multinivel. Desagreguemos el concepto.
Las coaliciones políticas se
constituyen (intentan, al menos) como un conjunto de partidos políticos que
reúnen recursos propios en pos de objetivos comunes y que, una vez alcanzados,
se distribuyen los beneficios de lo logrado. Si tomamos en cuenta los objetivos
que persiguen y el ámbito donde vayamos a buscarlas, las coaliciones pueden ser
electorales, de gobierno, de crisis y/o legislativas. Esto es historia
conocida.
Lo nuevo es el componente
multinivel. El sistema político argentino es multinivel por una serie de características:
1) los partidos políticos compiten en distintos niveles (nacional, provincial y
municipal) y distritos en el territorio; 2) los electores disponen de varios
votos para 3) elegir entre distintos candidatos para 4) distintos cargos
públicos; 5) por último, hay distintos tipos de reglas electorales para cada
cargo en juego y en cada nivel y distrito en particular.
¿Entonces? Tomemos, por
ejemplo, las coaliciones electorales. Si los partidos políticos necesitan
integrarse en coaliciones para alcanzar la mayor cantidad de cargos públicos en
juego, necesitan convertirse en multinivel. Es decir, necesitan estructurarse
tanto en el nivel nacional como en el provincial. Descartemos momentáneamente
el nivel local/municipal.
Esta integración en varios
niveles de competencia política puede seguir dos estrategias que podemos
diferenciar pero que son complementarias. Una posible es la conformación,
primero, de coaliciones electorales nacionales que, posteriormente, bajen al
territorio. A las provincias, a lo subnacional, al segundo nivel (estrategia top-bottom). A la inversa, pueden
construirse en los niveles inferiores, en el llano, en las provincias, y luego
dar el salto a la competencia nacional para ir por el premio mayor: el Sillón
(estrategia bottom-up).
Los
actores del momento
Saquemos una foto de los
diarios de hoy. Podemos identificar cuatro posibles coaliciones electorales
(con intenciones de convertirse en) multinivel para el año próximo. Cuando
vayan por el codiciado premio.
El Frente para la Victoria
(FPV) aparenta ser el que mayores facilidades tiene para construirse como tal. Cuenta
con la facilidad de ser un actor conocido en el sistema en los últimos 10 años,
de modo que no siente la presión de encontrar una oferta satisfactoria para sus
electores. Candidatos sobran en el nivel nacional.
En lo que respecta al
provincial, dependerá de los acuerdos medianamente estables que pueda construir
con gobernadores en ejercicio, incumbents
y candidatos desafiantes (challengers).
La estrategia es, entonces, bidireccional y complementaria (bottom-up y top-bottom): integración multinivel tanto a nivel superior como
inferior.
Estrategia similar que debería
seguir Frente Amplio UNEN (FAUNEN). Los partidos que la integran son partidos
nacionales establecidos y reconocidos como tales en el sistema político. Además
de ello, candidatos sobran (aunque no suban) en la competencia nacional.
En territorio provincial, por
otro lado, dependerá de la estructura partidaria que puedan aportar la Unión
Cívica Radical (UCR), el Partido Socialista (PS), la Coalición Civíca-ARI
(CC-ARI) y otros actores menores. Cada uno en el distrito donde mejor inserción
tenga. La gestión ejecutiva provincial de algunos distritos (Santa Fe,
Corrientes, Tierra del Fuego) y algunos cuantos municipios pueden aportar para
la bolsa común de recursos.
Distinto es el camino que
deben seguir las dos coaliciones restantes. En lo que respecta al Frente
Renovador (FR), la competencia legislativa 2013 le sirvió como trampolín para
dar el salto del nivel provincial al nacional (estrategia bottom-up). Esa entrada lo convirtió en el nuevo actor del sistema
partidario. Ahora la apuesta pasar por consolidarse en la competencia por
cargos nacionales. Pelearse con los grandes.
La novedad le exige aceptar
que debe enfrentar desafíos futuros inmediatos. Principalmente, pasar de ser
una coalición electoral provincial anclada, principalmente, en la Provincia de
Buenos Aires para 1) extenderse a otros distritos provinciales (contagio) y 2) aglutinar todos sus
componentes internos en una coalición electoral nacional-subnacional
disciplinada, sólida y coherente (integración).
Ambos puntos se sustentan mayormente en la capacidad discursiva y convocante de
Sergio Massa. El problema: corre con menos tiempo que sus rivales.
Propuesta Republicana (PRO),
por último, también inició con una estrategia bottom-up. Si bien hoy no es una novedad, sí presenta desafíos
similares a FR para dar el salto al nivel nacional. Corre con ciertas ventajas
respecto a ésta. En primer lugar, ya cuenta con un importante distrito de
lanzamiento: la Ciudad de Buenos Aires. En segundo lugar, ya inició el proceso
de contagio en distintas elecciones
provinciales celebradas en los últimos 6 años. Su mayor desafío pasa por la integración: también depende de la capacidad
convocante desde su liderazgo partidario (Mauricio Macri).
Últimos
comentarios (pero
no finales)
La “novedad” (entre
comillas) no son tanto las coaliciones en sí mismas. Acá coincidimos con Daniel Chasquetti, Javier Zelaznik y Andrés Malamud. Sí
lo es su componente multinivel. O al menos lo es el prisma propuesto para
estudiarlas.
Este fue simplemente el
mapeo de actores y estrategias de cuatro actores multinivel actuales. En
próximas versiones de la película podremos profundizar más. Primero, tenemos
que saber más sobre las posibilidades de integración
de cada una. Segundo, estas posibilidades se conectan directamente con la
consolidación o ausencia de liderazgos partidarios de cada coalición, y con las
relaciones e interacciones mutuas que puedan surgir entre ellas cuatro. Tal vez
terminen en un triunvirato competitivo.
Retomando (parcialmente) a
Malamud: no se trata solo de armar, sino de integrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario